Todos habremos conocido a alguien que ha tenido un amigo imaginario y otros lo habremos vivido en primera persona. Es un tema fascinante y a la orden del día en la vida de nuestros pequeños, adentrémonos en este mundo y les comprenderemos mejor.
En la actualidad existen posturas psicológicas sobre este fenómeno que resultan ser dicotómicas. Por un lado, ciertos profesionales opinan que son fruto de la imaginación y de la creatividad de los pequeños, es decir que se centran en los aspectos positivos. Por otro lado, otros expertos se asustan y se refieren a estos amigos imaginarios como una presunta y mal llamada «psicosis infantil». ¿CUÁNTO HAY DE VERDAD Y DE INCIERTO?
No temáis, es un fenómeno muy usual, es más el 65% de los niños de menos de 7 años en algún momento han tenido alguno.
¿CUÁNDO APARECEN?
A los 2/3 años entran en las vidas de muchos de los niños y niñas para acompañarles en los juegos hasta los 8 años que es cuando empiezan a socializarse de manera constante con otros niños. Algunos expertos señalan que los amigos imaginarios suelen ser más comunes en hijos únicos y niños sensibles a la fantasía o con vocaciones artísticas.
Es más, en varios estudios concluyeron que las personas que habían tenido un amigo imaginarios en su niñez mostraban mejores habilidades comunicativas, son más empáticos, creativos y tenían un vocabulario más rico. Dicho esto os plantearéis la siguiente pregunta…
¿ POR QUÉ APARECEN Y PARA QUÉ SIRVE?
- Algunos niños/as pueden entender que no existe, lo que nos indica que el niño es consciente del mundo que le rodea. No obstante, aparecen por que se le hace difícil comprender el mundo que les rodea en su totalidad y prefieren inventar uno donde todo sea posible, explotando su etapa de pensamiento mágico.
- Mientras no interfiera en la relación con quienes les rodean, lo aleje de sus tareas diarias o le torne agresivo, puede ser muy útil tanto para los padres como para los niños/as. Ya que les permite expresar sus pensamientos, tanto los positivos como los negativos. Como lo podría ser el miedo a ingresar en la escuela o aprender a leer con dicho amigo imaginario. Además podría servir como instrumento para ayudar a superar sus miedos, como por ejemplo el miedo a ir al médico ya que si su compañero imagianrio consigue ir al médico sin llorar él/ella también, lo cuál fortalecerá su autoestima y confianza.
- Puede servir como mensajero entre padres e hijos. A través de los juegos de los niños se puede conocer lo que quieren comunicar ya que todo lo que quieren expresar ni lo expresan verbalmente. Por tanto, cuando aparezca el amigo imaginario no se asusten, observen y manténganse atentos a la información que pueda revelarle.
- Se ha observado que el hecho de que el niño/a esté a cargo de las 2 partes de la comunicación le facilita el desarrollo de las habilidades comunicativas, no sólo por que amplía el vocabulario sino por que además les a ayuda a comprender las realidad desde la perspectiva del otro, logrando un mayor desarrollo de su esfera cognitiva.
¿ A QUÉ EDAD DESAPARECE?
Suele desaparecer a los 6 años, no obstante, esta generalización está a punto de derrumbarse ya que unos investigadores de Oregón y Washington han observado que se hacen más presentes entre los 6-7 años. Lo que nos hace plantearnos lo siguiente, ¿estos cambios en la edad de aparición se deben a una mayor profundización en el tema o es debido a factores culturales? Estaremos a la espera de nuevos estudios…
¿QUÉ OCURRE EN LOS CASOS AISLADOS?
En ocasiones, la aparición del amigo imaginario puede considerarse como un intento del pequeño por satisfacer sus carencias afectivas. En otras ocasiones, surge como chivo expiatorio que le sirve de escudo para explicar aquellos comportamientos que son rechazados en el ámbito familiar. Por ello, es necesario que los padres y educadores estén atentos a esta figura porque puede haber surgido para expresar una dificultad, carencia o trauma que evidencia el niño. No obstante, repito, esto ocurre en casos aislados.
Más allá de la patologización, suele ser común en niños constantemente rodeados de adultos o en pequeños sensibles que demuestran gran imagianción y fantasía.
A modo de conclusión, no se puede generalizar, cada niño es un mundo en sí mismo por tanto las causas y consecuencias de estos amigos que acompañan a nuestros niños son diferentes. Abramos bien los ojos, forman parte de su infancia y su desarrollo.