Las prisas, las ansias por estar siempre haciendo algo nos desconecta de un momento muy importante en tu día a día, las comidas. ¿Cuántas veces has comido viendo una serie o trabajando? Yo misma lo he hecho muchas veces. De hecho vas tan rápida que no te das cuenta de que lo has devorado todo en menos de 15 minutos. Hoy, te voy a contar cómo adentrarte en este maravilloso mundo del comer conscientemente o anglicismo «mindful eating» en 5 pasos.
¿Qué es?
Como bien sabes el mindfulness tiene como premisa principal el centrarse en el momento presente, aceptando tus pensamientos, emociones y sensaciones corporales. Esto también se aplica al comer, es decir, prestan atención al alimento, a su sabor, olor, colores, etc. Focalizar tu atención a las sensaciones que produce tu cuerpo cuando tienes hambre y te sacias. En definitiva, dedicarle el tiempo que se merece a lo que nos da energía.
5 pasos para empezar a practicar el mindful eating:
1.Escucha tu cuerpo: primero, hay que bajar el ritmo al comer, ¿cómo? masticando unas 25 veces aproximadamente, no te agobies con esto. También, es importante que te sientes, nada de comer de pie o de camino a casa o en el coche. Otro consejo muy útil es que vayas dejando los cubiertos durante la comida mientras masticas para no ir más rápido de lo que te pide tu cuerpo. El objetivo es que vayas con calma y llegues a escuchar cómo tu cuerpo se sacia, cómo le sienta lo que te estás llevando al estómago y tus sensaciones corporales.
2. Escucha tu hambre: cuando vayas a comer algo, pregúntate por qué comes (por aburrimiento, nervios, hambre fisiológica, tristeza, alegría). Conoce un poco más a tu hambre. ¿Cómo te sientes al comer? El objetivo es que te familiarices con tu hambre y sepas identificarla poco a poco.
Si quieres saber un poco más del comer emocional, te invito a que leas este post. ¡Te va a encantar!
3. Crea una cocina mindful: no te voy a pedir que rededores tu cocina…te lo prometo. Aquí quiero que crees un lugar agradable en el que te apetezca comer sin distractores. Es importante que haya un lugar en el que te puedas sentar para que estés en calma y conectes con el alimento. Plantéate qué alimentos tienes a la vista (¿es la fruta, el chocolate o los snacks?). Recuerda que lo que más accesible tengas, lo consumirás en mayor cantidad.
4. Conecta con el alimento: piensa en cómo ha llegado, qué alimentos lo componen, quién lo ha preparado, dónde lo has comprado, qué color tiene, su olor, sabor, etc. Obsérvalo como una obra de arte digna de contemplación.
5. Sé flexible: el mindful eating es una práctica que requiere de perseverancia por tanto si algún día te dejas llevar por las prisas, tal y como lo defiende el mindfulness, acéptalo y vuelve a ser consciente. Perdónatelo, no pasa nada si no te sale algún día.
A veces no te das cuenta del poder que tiene el alimento que te llevas a la boca hasta que eres consciente de cómo comes. Es una experiencia de sabores, texturas y olores espectaculares, es una forma de autocuidado. Come bien, come conscientemente.
Una comida bien preparada tiene sabores delicados que hay que retener en la boca para apreciarlos, Tennessee Williams.
Andrea Martínez Pellicer